lunes, junio 23, 2008

La instalación es gratis

En Chiclayo hay Speedy y teléfono barato. Pero queremos cable, cable legal. Por eso, hoy llamé a Telefónica. El objetivo era claro: obtener información sobre el Plan Trío (cable, internec y teléfono) para evaluar si nos convenía contratarlo.



Al llamar me enteré que por algún motivo el servicio de Speedy que tenemos es del tipo Speedy Negocios. No sé bien qué es eso, pero alcancé a entender que el que nos corresponde es el Speedy Residencial; es más, que estamos obligados a solicitar el cambio (¡!). En todo caso, debido a ello, me tuvieron que transferir a otro anexo…

Los distintos operadores que me atendieron me explicaron cada plan utilizando palabras como “paquetizar”, “premium”, “full-pac-estelar”, “dúo-control-segundo”, etc., etc., etc. Si preguntaba algo, inmediatamente me informaban que me iban a transferir a la oficina correspondiente. No la dudaban.

Me transfirieron, en total, unas siete veces y estuve unos treinta minutos junto al teléfono. Entre tanto, yo pensaba: cumplen la función de un folleto, solo repiten información y si haces una consulta, te pasan con otra persona, es decir, te pasan otro folleto. Son incapaces de responder preguntas. Son robots. Ni siquiera eso.

Durante la llamada, y después también, extrañé algo que nunca había extrañado (y creo que ni siquiera había pronunciado): un verdadero agente de ventas. Alguien que escuche al cliente y lo asista para obtener un servicio conveniente en función de sus necesidades.

Pero creo que la opción de Telefónica no es la de informar adecuadamente al consumidor, creo que su opción es la de atarantar y enyucar: te atiendo apurado, te confundo con palabras y cifras que no entiendes, atracas y te cobro más de lo que deberías pagar.

Sea como sea, yo elegí darme el trabajo de traducir y no dejarme embaucar. Al menos, no tanto. Así que al colgar, fui a Internet. Y fue todo más fácil. Las cifras y las palabras eran las mismas, pero podía revisarlas con calma, comparar, entender.

¿Será que he perdido la capacidad de escuchar? (La sospecha dirigida contra mí) No, no. Ni ca. Hice todo el esfuerzo. Son ellos, no yo.

En fin, hay opciones amiga: Direct TV y, por supuesto, un hombre araña que jale un cablecito de la conexión del vecino... Los piratas y los consumidores no tenemos toda la culpa.